The Rombos are four bodies assembled together with the formal accident that generated the urban fabric.

It is a private space with three houses and a studio, in a central and wooded area of ​​Mexico City called Bosques de las Lomas, with a continuous interaction with the tree, is perhaps our most present and in any case the most immersive guest, like water that has a broad continuity; Fountains and mirrors are a constant natural resource where the reflection sharpens the environment in this (case) almost always green that as in almost all highly populated cities the tree is a precious asset as well as vegetation, water, land and today even more intimacy ...

I wanted to have an exterior that preserved privacy, be seen only by the sky, the air or the sun, that could inhabit the house with the solitude that the city bustles.

Photography tells a small part of the history of what we discover as architecture, leaving aside the touch and expression of materials, the hardness and the softness, the heat and the cold, the voice of a space that accumulates the journey of the wind in the leaves of a tree, the sound of a fountain, the cooing (murmur) of silence, a picture does not describe the fragrance of a garden or the smell of incense, all this speaks of atmosphere and shelter, I only find it in spaces that have the need to murmur with light, the shape of their most natural accident is nothing but the consequence of a space in search of intimacy with oneself and of experiences that we wish to repeat in the form of architecture ...

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Los Rombos son cuatro cuerpos ensamblados entre sí con el accidente formal que generaba el entramado urbano.

Es un espacio privado con tres viviendas y un estudio, en una zona céntrica y arbolada de la Ciudad de México llamada Bosques de las Lomas, con un continuo convivio con el árbol, es quizás nuestro huésped más presente y en todo caso el más envolvente, al igual que el agua que tiene una amplia continuidad; Fuentes y espejos son un constante recurso natural donde el reflejo agudiza el entorno en este (caso) casi siempre verde que como en casi todas las ciudades muy pobladas el árbol es un bien preciado al igual que la vegetación, el agua, la tierra y hoy aún más la intimidad ...

Quise tener un exterior que preservara la privacidad, ser visto sólo por el cielo, el aire o el sol, que se pudiera habitar la casa con la soledad que reclama el bullicio de la urbe.

La fotografía cuenta una parte pequeña de la historia de lo que descubrimos como arquitectura, deja de lado el tacto y la expresión de los materiales, la dureza y la suavidad, el calor y el frio, la voz de un espacio que acumula el recorrer del viento en las hojas de un árbol, el sonido de una fuente, el arrullo(murmullo) del silencio, una foto no nos describe la fragancia de un jardín ni el olor del incienso, todo esto habla de atmosfera y cobijo, yo solo lo encuentro en espacios que tienen la necesidad de murmurar con luz , la forma en su accidente más natural no es sino la consecuencia de un espacio en busca de intimidad con uno mismo y de vivencias que deseamos se repitan en forma de arquitectura…